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Entre morrenas y glaciares de los Andes Tropicales
Escribe: Marlene Dapozzo Moali
Picos y laderas de granito nos reciben en el Parque Nacional Huascarán creado el 1 de julio de 1975, en el cual encontramos bosque de queñuales (polylepis), árboles nativos de los Andes Tropicales y rocas aborregadas que nos indican la dirección del flujo del glaciar. Mientras cruzas la laguna Parón, las montañas de granito te saludan y entre ellas protegen a uno de los tantos picos que forman la Cordillera Blanca en la región de Ancash, nos referimos al Artesonraju, con su manto blanco nos ilumina y nos da la bienvenida.
Según el inventario de la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua -UGRH- ANA, la Cordillera Blanca alberga 755 glaciares con una extensión de 527, 62 km2 hasta el año 2013 y ha perdido de superficie glaciar 195,75 km2 en comparación del primer inventario registrado en el año de 1970 donde había una extensión de 723,37 km2.
Glaciólogos, meteorólogos, geólogos, geógrafos, ingenieros ambientales, entre otros, estudian y monitorean los glaciares y evidencian el retroceso de los glaciares en áreas de alta montaña. La temperatura y la precipitación sólida (nieve) son indicadores sensibles a las variaciones del cambio climático; así como el análisis de las Altitudes de la Línea de Equilibrio (ELA) por sus siglas en inglés, que divide la zona de acumulación (ganancia de masa glaciar) y la zona de ablación (zona donde se pierde el hielo y la masa glaciar).
Una de las maneras de poder identificar el avance de los glaciares es a través del análisis de la ELA. Un ejemplo de este tipo de investigación, es el que realiza el proyecto CRYOPERU ó Cienciactiva 144-2015 desde hace 2 años y medio en tres zonas de estudio: el glaciar Pariaqaqa, en la Cordillera Central, el glaciar Artesonraju y Hualcán, en la Cordillera Blanca y el Nevado Coropuna, ubicado en el sur del país en la región de Arequipa.
El avance de los glaciares
¿Cómo conocer el avance o retroceso de los glaciares? Investigadores y científicos, toman muestras de las zonas de estudio, que consiste en recoger rocas de superficie de dos tipos, bloques morrénicos y lechos rocoso pulidos. Los bloques de morrenas, desarrollados por el empuje del glaciar, permite estimar cuándo fue el último avance de los glaciares, es decir, cuando el hielo dejó ese bloque en esa posición, de esa manera, las muestras de superficie de bloques permiten reconstruir y datar las variaciones químicas en la superficie por la incidencia de la radiación cósmica y así conocer el avance de los glaciares.
Jose Úbeda, investigador principal del proyecto CRYOPERU, nos comenta: “La Pequeña Edad del Hielo, fue la última fase que ha sido reconocida en todas las montañas de la Tierra, donde los glaciares avanzaron, rellenaron valles, vastas extensiones del Altiplano y formaron las morrenas que ahora son lagunas”.
En los últimos años, el proyecto CRYOPERU ha recogido 30 muestras de rocas de superficie en la cuenca de la laguna Parón de la Cordillera Blanca. Los bloques de roca podrían ser de 60 mil años (60 ka). O tal vez de 26 – 19 ka antes del presente. Es la última vez que los glaciares estuvieron en máxima expansión – Last Glacier Maximum – (LGM).
Las muestras de rocas recogidas en los últimos años de campaña del proyecto CRYOPERU, augura una importante aportación a la ciencia e investigación de los glaciares en los Andes Tropicales, nos referimos a las dataciones cosmogénicas, que evidenciará el último año del avance de los glaciares.
Esta información e investigación no sería posible, sin el trabajo articulado que desempeña el proyecto mencionado, uniendo a investigadores y científicos de diferentes instituciones. La sinergia interinstitucional es evidente, porque como todos comprenderán, en la atmósfera no existen fronteras, ni límites territoriales, porque cuando estás en la montaña, todas y todos la amamos y el trabajo en equipo es lo que necesitan las montañas y los valles.
AYUDAS PARA LA INVESTIGACIÓN
En este sitio se comparte información de interés para que los investigadores de CRYOPERU puedan desarrollar su trabajo, dentro y fuera del proyecto
Primera convocatoria 2016 de ayudas de CIENCIACTIVA para movilización nacional e internacional. Más información en este enlace.
Hipótesis de la investigación
El parámetro que mejor expresa la relación de los glaciares con el clima es la ELA (m), que varía con el tiempo en función de la temperatura y la precipitación. La ELA es una línea teórica que separa dos partes de un glaciar (figura 1):
– Zona de acumulación, donde predominan procesos que producen ganancia de masa (innivación, redistribución eólica de la nieve o avalanchas).
– Zona de ablación: donde predominan fenómenos que causan pérdida de masa (fusión y sublimación).

Figura 1: fotografía del sector noreste del Nevado Coropuna, sobre la que se han señalado la ELA y las zonas de acumulación y ablación.
Por definición, la elevación de la ELA encima de un glaciar provocará la desaparición de la zona de acumulación: el resto de la masa de hielo será zona de ablación y desaparecerá en el tiempo que el clima necesite para fundirla. Elaborar pronósticos de la elevación de la ELA equivale a prever el futuro de los glaciares, pero es necesario comprender el pasado y el presente de la relación glaciares-clima.
Dependiendo de las variables empleadas para su determinación, el proyecto diferenciará dos tipos de ELA:
– ELA geomorfológica (ELAg): deducida de la altitud y forma de los glaciares.
– ELA climática (ELAc): indicada por las variables implicadas en el balance de masa.
En ese marco teórico, la ELAc sería una altitud potencial a la que tiende la ELAg, buscando el equilibrio de los glaciares con el clima. Basándose en la diferenciación ELAg≠ELAc, propuso un modelo de la respuesta de los glaciares a los cambios del clima, en tres escenarios posibles (figura 2):

Figura 2: representación de la respuesta de la ELA y los glaciares a los cambios climáticos descritos en el texto.
1.a) Clima favorable a la expasión glaciar (ELAg>ELAc): avances glaciares por enfriamiento y/o mayor humedad (cambio climático 1).
– La ELAc responde inmediatamente al cambio climático, descendiendo por las vertientes hasta una altitud determinada por la temperatura y la precipitación.
– La respuesta de la ELAg es más lenta, porque requiere suficiente tiempo para que la nieve se transforme en hielo y el glaciar avance y alcance el nivel de la ELAc.
1.b) Glaciares en equilibrio con el clima (ELAg=ELAc): durante la culminación de la expansión, la ELAg y la ELAc se nivelan y el glaciar alcanza un estado de equilibrio con el clima, que se mantendrá mientras perduren las condiciones climáticas que lo propiciaron.
1.c) Clima favorable a la deglaciación (ELAg<ELAc): retroceso de los glaciares por calentamiento y/o incremento de la aridez (cambio climático 2).
– La ELAc asciende hasta una altitud determinada por la temperatura y la precipitación.
– La ELAg también tiende a elevarse, pero más lentamente, porque el clima necesita tiempo para fundir la masa de hielo.
Asumiendo el modelo descrito, el proyecto ensayará tres hipótesis:
- El desnivel ELAg-ELAc indica el estado de equilibrio o desequilibrio de los glaciares con el clima actual.
- El desnivel ELAg-paleoELAg indica el enfriamiento del clima cuando los paleoglaciares avanzaron.
- El forzamiento del modelo actual de la ELAc permite:
– Estimar la paleoprecipitación durante la expansión de los paleoglaciares, aplicando el enfriamiento y buscando la precipitación que generó el equilibrio paleoELAg=paleoELAc.
– Elaborar pronósticos sobre la evolución futura de los glaciares, aplicando las previsiones del calentamiento global.
Resumen del proyecto CRYOPERU 2.0

Recogida de muestras de superficies de bloques morrénicos para datar la última fase de avance de los glaciares en la vertiente sur del Nevado Norma (Cordillera Pariaqaqa).
El proyecto CRYOPERU 2.0 pretende contribuir al conocimiento del cambio climático a escala global y evaluar el retroceso de los glaciares de Perú en las próximas décadas. Con ese fin, se analizarán glaciares actuales (reconocibles en fotografías aéreas o imágenes de satélite) y paleoglaciares (deducidos de las morrenas generadas por sus avances pasados). Las áreas de estudio están en la vertiente del Pacífico de los Andes, donde los glaciares tienen mayor sensibilidad al cambio climático y son una reserva hídrica fundamental para la árida región de la costa. Para comprender como es la relación actual glaciares-clima se realizarán las siguientes acciones:
a) Estimar las cronologías de las fases de avance o retroceso de los glaciares en el pasado, midiendo la acumulación de isótopos cosmogénicos en las superficies de bloques morrénicos o lechos rocosos pulidos.
b) Reconstruir las altitudes de la línea de equilibrio o Equilibrium Line Altitudes de los glaciares (ELA), deducidas de su geomorfología (ELAg) y el clima (ELAc).
c) Reforzar una red estaciones meteorológicas de alta montaña transferida por proyectos de investigación extranjeros.
d) Desarrollar simulaciones climáticas REMO (REgional MOdel) con datos procedentes de estaciones convencionales.
Los análisis de los glaciares pasados y actuales servirán para elaborar modelos sobre su evolución en el futuro. Para el pasado se establecerán correlaciones cronológicas entre diferentes áreas de estudio, resultados y datos paleoclimáticos indirectos (proxies), mediante dataciones absolutas de fases de avance y retroceso de los paleoglaciares. Para el futuro se incluirá el calentamiento global previsto por el IPCC durante el siglo XXI, en cada escenario de emisión de gases de efecto invernadero.
Periodo de ejecución del proyecto: 2016-2018.