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Áreas de estudio del proyecto CRYOPERU
Estratovolcanes Chachani-Misti
Los estratovolcanes Chachani y Misti son el único área de estudio del proyecto CRYOPERU donde no se encuentran glaciares actuales. No obstante fue seleccionada por el GFAM y el INGEMMET para realizar las investigaciones que ambas instituciones vienen realizando conjuntamente desde 2004, con el apoyo de la ONG GEM.
Mosaico Google Earth de los estratovolcanes Chachani y Misti, cuyas cumbres nevadas se distinguen al noroeste y el sureste de la figura, respectivamente
A parte de las tareas de vigilancia volcánica que desarrolla el observatorio vulcanológico del INGEMMET, dichos trabajos han consistido en mantener una red de medio centenar de sensores de la temperatura del aire y el suelo que están instalados en las vertientes de ambos volcanes desde 2004 y reflejan el contraste existente entre las dos montañas (que constituye el principal factor de interés del área de estudio):
– El Chachani es un volcán aparentemente extinto, cuyo régimen geotérmico ha permitido que en el pasado estuviese cubierto por extensos paleoglaciares (lo indican las morrenas depositadas en sus vertientes), así como la presencia de glaciares rocosos y permafrost.
– El Misti es el volcán activo más peligroso de Perú, por encontrarse a menos de 20 km de la ciudad de Arequipa (~1 millón de habitantes). Presenta un régimen geotérmico notablemente elevado, al que se atribuye la ausencia de glaciares en el pasado (no se han encontrado morrenas), permafrost y formas de origen periglaciar.
Hasta el presente los trabajos realizados por la cooperación INGEMMET-GFAM en el área Chachani-Misti han dado lugar a numerosas publicaciones (p.e. Andrés et al 2011a; Andrés et al 2011b; Andrés et al 2011c; Andrés et al 2013; Mariño et al 2006; Masías et al 2009 o Palacios et al 2009, Yoshikawa et al (2014). Sin embargo, al igual que sucede en el caso del Nevado Coropuna, la base de datos generada por la red de sensores permanece insuficientemente explotada, cuestión que representa uno de los principales retos que deberá afrontar el proyecto CRYOPERU a corto plazo.
Complejo volcánico Nevado Coropuna
El sistema glaciar que recubre el Nevado Coropuna ha sido objeto de diversos trabajos que han ensayado, al menos en parte, las metodologías propuestas en esta memoria. En conjunto proporcionan una base sólida para ensayar los geoindicadores propuestos y comparar los resultados que alcance el proyecto (véase debajo de la imagen).
Mosaico Google Earth del sistema glaciar que recubre el Nevado Coropuna
– Silverio (2004) y Peduzzi et al (2010) ensayaron técnicas ráster para evaluar cambios en el área y el volumen de los glaciares empleando sistemas de información geográfica y sensores remotos. Úbeda (2011) realizó un análisis vectorial para abordar el mismo problema, comparando sus resultados por los alcanzados en los trabajos previos, como se explica en el apartado 2.1. de la memoria científica.
– Racoviteanu et al (2007) emplearon modelos digitales del terreno deducidos de la topografía de 1955 y una imagen del satélite ASTER registrada en 2001 para evaluar los cambios observados en el volumen del sistema glaciar.
– La Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de Huaraz (ANA), realizó dos campañas de monitoreo en 2007 y 2008 recogiendo datos útiles para estimar la ELAm, conjuntamente con el GFAM y la ONG GEM.
– Forget et al (2008). Coropuna; Bromley et al (2009); Bromley et al (2011a); Úbeda (2011); Úbeda et al (2012) y Úbeda (2013) han elaborado cartografías geomorfológicas de las morrenas del Nevado Coropuna, que permiten reconstruir los límites alcanzados en el pasado por los avances glaciares.
– Bromley et al (2011b); Úbeda (2011); Campos (2012) y García (2013) reconstruyeron las altitudes de las snowlines y ELAs, en los tres últimos casos empleando el método AABR, el mismo que se ha propuesto para el proyecto CRYOPERU (apartado 2.2.2.). Además, Úbeda (2011) desarrolló el procedimiento para evaluar la ELAc (apartado 2.2.3. de la memoria científica del proyecto).
– Bromley et al (2009); Bromley et al (2011a); y Úbeda et al (2012), obtuvieron un amplio registro de dataciones absolutas de los últimos máximos avances de los glaciares, que Úbeda (2013) contrastó con proxies de paleotemperaturas de ambos hemisferios y paleohumedad en el altiplano del sur de Perú y el oeste de Bolivia (figura 4 de la memoria científica del proyecto).
– Kuentz et al (2007) y Kuentz et al (2011) realizaron una caracterización biogeográfica basada en el registro polínico superficial de las vertientes de los edificios volcánicos y Herreros et al (2009) analizaron el registro paleoambiental en la estratigrafía de un testigo de hielo extraído de la vertiente norte.
– Úbeda (2011) y Úbeda (2013) obtuvo dataciones absolutas de 36Cl de las coladas de lava de aspecto más reciente cuyas cronologías (6, 2 y 0.7 ka) sugieren que el Coropuna es un volcán activo.
– El Observatorio Vulcanológico del INGEMMET (OVI), conjuntamente con el GFAM y la ONG GEM, mantienen una red constituida por 25 sensores de temperatura del aire y el suelo y humedad relativa del aire, en los sectores NE (desde 2007) y SE (desde 2008) del complejo volcánico. La red ha generado una amplia base de datos que permanece insuficientemente explotada, cuestión que el proyecto CRYOPERU abordará empleando el software que actualmente está desarrollando la ANA. Los datos de temperatura del suelo parecen confirmar que el Coropuna es un volcán activo y han permitido localizar capas de permafrost al este del área de cumbres, que desde 2011 está siendo monitoreada por sensores de temperatura del suelo con telemetría vía satélite.
– El INGEMMET y el GFAM han realizado ocho campañas anuales de monitoreo geoquímico y geofísico, ensayando los métodos pretende aplicar el proyecto CRYOPERU. Esos trabajos incluirán la elaboración de modelos de lahares, en el marco de los proyectos que el INGEMMET ha previsto desarrollar a partir de 2015.
Cordilleras La Corte y Pariaqaqa
Las Cordilleras la Corte y Pariaqaqa son dos áreas de enorme interés porque demuestran la importancia que tiene, en el proceso de deglaciación, el desnivel del área fuente de las masas de hielo con respecto al geoindicador ELA climática (ELAc):
– En la Cordillera de la Corte (al noroeste), con altitudes máximas de ~5200 m, las masas de hielo casi han desaparecido, pero el registro de sus avances pasados está regitrado en morrenas bien conservadas.
– Sin embargo la Cordillera Pariaqaqa (al sureste) está cubierta por glaciares de gran tamaño que descienden desde áreas de cumbres de ~5600-5300 m. Si la hipótesis de la investigación es correcta (figura 5), las ELAs deducidas de los geoindicadores ELAg y ELAc deben encontrarse alrededor de ~5300-5200 m.
Hasta el momento se ha realizado una tesis de fin de grado para reconstruir la ELAg en la vertiente meridional de la cordillera Pariaqaqa (Quirós 2013). Actualmente una tesis de ingeniería (INGEMMET) y una tesis de maestría (UCM) están evaluando el mismo geoindicador en las vertientes septentrionales. Además, en julio de 2014 el proyecto GA51 del INGEMMET realizó campaña de trabajo de campo para instalar sensores de temperatura del aire y el suelo en la quebrada Huasca (Cordillera de la Corte) y las vertientes del Cerro Norma (Cordillera Pariaqaqa).
Mosaico Google Earth del sector de la sierra de Lima donde se encuentran las cordilleras de La Corte (áreas deglaciadas al oeste de la imagen) y Pariaqaqa (áreas de cumbres más hacia el este, cubiertas de glaciares).
Cordillera Blanca
La Cordillera Blanca (figura inferior) es el conjunto de montañas cubiertas por glaciares más extenso de la zona tropical de la Tierra. Por ese motivo existen numerosas publicaciones que proporcionarán información muy valiosa para contrastar los resultados del proyecto CRYOPERU. A continuación se citan algunos ejemplos:
1) Un inventario exhaustivo basado en imágenes de satélite (Egas et al, 2010).
2) Datos del balance de masa de diversos glaciares obtenidos a lo largo de varias décadas por la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de Huaraz (Autoridad Nacional del Agua), que permitirán deducir la ELA de monitoreo (ELAm).
3) Un registro de dataciones absolutas por edades de exposición de avances glaciares pasados (p.e. Rodbell et al, 1992; Farber et al, 2005; Smith et al, 2008; Glasser et al, 2009).
4) Trabajos de liquenometría que incluyen las calibraciones del género Rhizocarpon requeridas por ese método de datación (Solomina et al, 2007; Jomelli et al, 2008).
5) Reconstrucciones de la ELA geomorfológica (ELAg; Giráldez, 2011).
Mosaico Google Earth de la Cordillera Blanca